El corredor literario Patagonia-Cuyo no descansa

Llegaron por correo postal, desde Río Negro y Chubut, Escritos en la frontera, de Néstor Tkaczek; El cementerio de cigarrillos, de Ariel Williams, y fanzines y noticias de las artistas y agitadoras culturales Shirley Temperley.

El corredor literario Patagonia-Cuyo goza de excelente salud. Esta semana llegaron por correo postal libros de Catriel, Río Negro, y de Madryn, Chubut. Néstor Tkaczek nos envió sus Escritos en la frontera. Columnas publicadas en el diario de Río Negro (2001-2006), por Ediciones con Doble Z. En la misma semana, Fernanda Maciorowski nos envió la novela El cementerio de cigarrillos, de Ariel Williams, y fanzines de las Shirley Temperley.

Las Shirley Temperley


Flor Álvarez y Fernanda Maciorowski en la presentación del zine número tres en la librería Bartolina, Caleta Olivia. Diciembre 2022. Foto: Nazarena.

Las Shirley Temperley son un grupo de artistas y agitadoras culturales encabezado por Fernanda Maciorowski y Flor Álvarez, con la colaboración de la fotógrafa Nazarena Nosecuántos. Nos dice Fernanda: «El fanzine Corsini lo hicimos para promocionar la presentación de nuestro amigo Pablo Dacal, que vino a dar un recital a Madryn en el marco de su gira llamada Patagonia atlántica, que incluyó las ciudades de Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia y Rada Tilly, presentando sus canciones y su libro sobre el cantor Ignacio Corsini. Anteriormente publicamos Crossover, con textos propios más algunos de Alfonsina Storni, de Marcelo Pombo y de Chuck Palahniuk. En esa publicación trabajamos escribiendo y seleccionado textos poéticos a partir de las fotografías de Nazarena: lo pensamos y armamos entre las tres Shirley Temperley».

También editaron en formato zine dos volúmenes de Poesía para ir a luchar, uno de Feminoise (zine un situ en un festival de noise en Capital Federal organizado por Maia Koening) y otro para Puerta Violeta, un espacio para acoger a mujeres víctimas de violencia de la ciudad de Trelew.

Participaron en muchísimas marchas y protestas sociales leyendo, haciendo performances con grupas de música y danza, repartiendo poesía y subiendo al escenario a decir lo que creían justo y apoyar las causas con las que se sienten identificadas.

En diciembre del 2022 editaron el fanzine número tres, llamado Funky futurista, «con textos poéticos propios –detalla Fernanda–, de autorxs que admiramos, con collages y mucha anarquía. Lo presentamos en la sexta edición de la Feria del libro punk en la ciudad de Caleta Olivia con buen recibimiento».

Para quienes no las conocen, digamos que las autogestivas y performáticas Shirley Temperley se presentan siempre con materiales gráficos y recitales poéticos y musicales y outfit siempre llamativos, siempre distintos y ad hoc. Y muchas máscaras. Una de las más representativas son sus máscaras de catch porque, «como dice Roberto Bolaño: “Hay momentos para recitar poemas y hay momentos para boxear”».

Las Shirley Temperley se definen como «una banda de rock punk y feminista aunque solo tocamos el instrumento imaginario de la lira incendiaria».

Estas artistas no descansan, o descansan poco, y vuelven a escena periódicamente, viajan a recitales por todo el país y escriben, bordan poemas, publican en papel y en las redes, organizan encuentros, tallerean, viajan, cantan, recitan con y sin micrófono o megáfono, y caminan, y agitan y agitan.

Marcelo Steider, de Cisma Puto distro, de la ciudad de Comodoro Rivadavia; Flor A. y Fernanda M. Diciembre 2022. Foto: Nazarena.
Presentación del zine número tres en la librería Bartolina, Caleta Olivia. Diciembre 2022. Foto: Nazarena.
Contratapa del zine 3 de la Shirley Temperley.
Calco de Pandémica.
Calco que identifica a las Shirley Temperley.


Escritos en la frontera, de Néstor Tkaczek: enseñar y entretener

Las columnas de Tkaczek son breves y sustanciosas, no se privan del humor ni de la ironía, y muestran y demuestran el profundo y a la vez sintético conocimiento de la literatura y del arte que posee el autor. Sus textos son eruditos pero no pretenciosos ni complicados. Y funden, pienso, la curiosidad intelectual con la experiencia. Tkaczek no se coloca más arriba del lector, como dándole clases magistrales. Al contrario, comparte, como buen docente además que es, su recorrido literario, sus lecturas, sus hallazgos, en un espacio del diario Río Negro que supo crear y sostener. Hablamos de la columna semanal Palimpsestos. El autor de estas breves notas sabe muy bien que toda persona que escribe necesita quien la lea, pero no por eso hay que rebajarse ni enaltecerse. De cualquier modo, cumplen la famosa premisa clásica de que la literatura debe enseñar y entretener, algo que a veces olvidamos.

Pero él lo dice mejor en el prólogo: «Los textos nacieron con un propósito pedagógico: acercar a los lectores del diario al mundo de las letras, por eso la gran cantidad de anécdotas de escritores, la mención constante de los títulos de las obras, el rescate de algún escritor injustamente olvidado, o bien el punto de vista personal sobre un tema determinado de la cultura». Y agrega: «Muchas de las columnas señalan la preocupación por no hacer del ámbito literario un ámbito de cenáculo al que acceden algunos “elegidos”, de allí el énfasis puesto en la relación de otros campos con la literatura; esta relación se articuló en series que hablaban de alcohol, fútbol, cafés, viajes y libros» (p. 7).

Así que, inquietos lectores, ya saben que las columnas Palimpsestos conviven ahora en un precioso libro. En dos semanas dejarán de aparecer en el sitio del diario Río Negro (www.rionegro.com.ar): «Es tiempo de hacer otra cosa», nos confiesa Tkaczek. No obstante, sus columnas también pueden leerse en el blog Palimpsestos, al que se accede ingresando en amanuense.blogspot.com.

Portada del libro de Néstor Tkaczek.


El cementerio de cigarrillos, novela de Ariel Williams


Fernanda Maciorowski nos hizo llegar la reedición de la novela El cementerio de cigarrillos, de Ariel Williams, por la editorial Raíz de dos. La primera edición –encontramos en la red– apareció en 2012, por el mismo sello.

«Ariel Williams –consigna el texto de contratapa de la novela– maneja con destreza la intriga y el ritmo del thriller, y gracias a un eximio trabajo con el lenguaje, construye personajes a la vez feroces y desolados, retratos fieles de la marginalidad urbana de nuestros tiempos y nuestra geografía».

Agrego que es verdad que la novela tiene buen ritmo: todo editor sabe que a veces los textos de contrapa, si no mienten, sí exageran. No es este el caso. Además, está escrita con frases breves o al menos no extensas ni llenas de subordinadas ni tics barrocos. Los diálogos son importantes, puesto que los protagonistas son varios y la historia se sostiene en gran medida por lo que dice cada personaje. Extraigo un párrafo, para que quienes leen huelan de qué va el estilo y el tono: «Me bajé de la camioneta. ¿Otra vez vos?, me dijo. Qué te pasa ahora qué querés si se puede saber, y me dijo toda una buena puteada. Pensaría que así me iba a espantar. Ni ahí, pero me gustó más enojándose. Me gustó mucho esa chica brava y le dije. Al final se rio y subió a la moto. Mi amigo Saco dice que cuando le sacaste una risa a una mina, después lo segundo que le sacás es un beso o la bombacha» (p. 17)


Fuentes
-Fanzines, calcos y fotos de las Shirley Temperley; Testimonio y editing de Fernanda Maciorowski; Fotos de Nazarena.
-Ariel Williams (2021). El cementerio de cigarrillos. Córdoba: Raíz de Dos.
-Néstor Tkaczek (2022). Escritos en la frontera. Columnas publicadas en el diario de Río Negro (2001-2006). Río Negro: Ediciones con Doble Z.